sábado, 21 de diciembre de 2013

Esperado campéon.



El Mundial de Clubes 2013 llegaba ayer a su fin con la celebración de la final donde el anfitrión y sorprendente Raja Casablanca retaba al súper Bayern  en una final muy descompensada de nivel.  El conjunto marroquí tras la hazaña de llegar a la final tras superar tres rondas y a equipos de gran nivel como Monterrey o Atletico Mineiro, se presentó en la final dispuesto a pelearle el partido a los Alemanes, pero lo cierto es, que no hubo color.  Victoria fácil por 2-0 en un partido que el Bayern tuvo totalmente controlado los 90 minutos y donde en ningún momento se vio que los marroquíes pudieran hacer daño.  

El partido en si no tuvo un gran contenido pero si dejo el Bayern tres detallitos que vale la pena comentar y analizar porque hay que tenerlos en cuenta para fijarnos en próximos partidos y meses siguiendo su progresión en los movimientos. 

Alineaciones.



En el Raja mismo equipo de los anteriores partidos, sin ninguna novedad, colocados en 4-4-1-1 o 4-2-3-1 según se mire. Por su parte el Bayern, 4-3-3 o 4-1-4-1 con varios matices tácticos y con las novedades de Dante por Van Buyten, de Shaquiri por Gotze y Muller por Mandzukic con respecto al once titular de la semifinal. 


Thiago.
Una de la claves del partido fue el rendimiento y la posición del volante hispano-brasileño.  Tirado sobre la izquierda en el mediocampo de tres del Bayern, siempre era el que tenía una posición más adelantada. Desde ahí partía, desde ahí encaraba y desde ahí llegaba al área incluso haciendo un gol.  El mediocampo bávaro se estructuraba con Lahm en una primera altura, Kroos segunda y más arriba Thiago., donde los dos primeros rotaban la posición para llegar y sumar en el ataque y el tercero aprovechaba el buen posicionamiento y sentido táctico que tiene para colocarse en el lugar adecuado.


Mucho juego interior y…exterior.
Una de las bases del juego de los equipos de Guardiola es el juego interior, el tocar y el combinar por dentro pero algo que estamos viendo muchísimo en este nuevo Bayern es también el juego exterior, el de los extremos.  Ya desde pretemporada el equipo practicaba esto y ya se veía que iba a ser una constante y ayer en la final se podía ver también y muy claramente además.  Los bávaros se estructuraban de tal forma que el equipo tuviese gran cantidad de hombres en zona interior pero a la vez dos abiertos por fuera para hacer ancho el campo y al equipo contrario. Casi siempre Ribery por izquierda y Rafinha (o Shaquiri) por derecha fueron los que ocuparon las posiciones de extremos.  
 

Intensa presión.
Casi todo el tiempo el equipo tiene la posesión pero lo mejor de esto es que cuando no la tiene lucha de una manera tan solidaria para recuperarla que enamora. Presión intensísima, todos a una y todos concienciados que hay que presionar y que hay que recuperarla lo antes posibles.  Mucha basculación a la banda donde aprovechan para cerrar espacios, cerrar apoyos y presionar ahí.  Van 2-3 hombres sobre el que tiene la pelota y el resto incomoda mucho el siguiente pase y la siguiente recepción convirtiendo el partido en un martirio para los contrarios.



La final no dió para más, el Bayern salió campeón  como era esperado y evidente y este Mundial de Clubes quedara en la memoria de todos no como el “Mundial de Bayern” sino todos lo recordaremos como el “Mundial del Raja Casablanca”.
Ha sido un placer relatarles el Mundial de Clubes en todo lo que he podido, espero haber servido de ayuda para sacar conclusiones de los partidos tras verlos o para entenderlos sino los vieron.



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