El Mundial de Clubes 2013 llegaba ayer a su fin con la
celebración de la final donde el anfitrión y sorprendente Raja Casablanca retaba
al súper Bayern en una final muy
descompensada de nivel. El conjunto
marroquí tras la hazaña de llegar a la final tras superar tres rondas y a
equipos de gran nivel como Monterrey o Atletico Mineiro, se presentó en la
final dispuesto a pelearle el partido a los Alemanes, pero lo cierto es, que no
hubo color. Victoria fácil por 2-0 en un
partido que el Bayern tuvo totalmente controlado los 90 minutos y donde en ningún
momento se vio que los marroquíes pudieran hacer daño.
El partido en si no tuvo un gran contenido pero si dejo el
Bayern tres detallitos que vale la pena comentar y analizar porque hay que
tenerlos en cuenta para fijarnos en próximos partidos y meses siguiendo su progresión
en los movimientos.
Alineaciones.
En el Raja mismo equipo de los anteriores partidos, sin
ninguna novedad, colocados en 4-4-1-1 o 4-2-3-1 según se mire. Por su parte el
Bayern, 4-3-3 o 4-1-4-1 con varios matices tácticos y con las novedades de
Dante por Van Buyten, de Shaquiri por Gotze y Muller por Mandzukic con respecto
al once titular de la semifinal.
Thiago.
Una de la claves del partido fue el rendimiento y la posición
del volante hispano-brasileño. Tirado
sobre la izquierda en el mediocampo de tres del Bayern, siempre era el que tenía
una posición más adelantada. Desde ahí partía, desde ahí encaraba y desde ahí
llegaba al área incluso haciendo un gol. El mediocampo bávaro se estructuraba con Lahm
en una primera altura, Kroos segunda y más arriba Thiago., donde los dos
primeros rotaban la posición para llegar y sumar en el ataque y el tercero
aprovechaba el buen posicionamiento y sentido táctico que tiene para colocarse
en el lugar adecuado.
Mucho juego interior
y…exterior.
Una de las bases del juego de los equipos de Guardiola es el
juego interior, el tocar y el combinar por dentro pero algo que estamos viendo muchísimo
en este nuevo Bayern es también el juego exterior, el de los extremos. Ya desde pretemporada el equipo practicaba
esto y ya se veía que iba a ser una constante y ayer en la final se podía ver también
y muy claramente además. Los bávaros se
estructuraban de tal forma que el equipo tuviese gran cantidad de hombres en
zona interior pero a la vez dos abiertos por fuera para hacer ancho el campo y
al equipo contrario. Casi siempre Ribery por izquierda y Rafinha (o Shaquiri)
por derecha fueron los que ocuparon las posiciones de extremos.
Intensa presión.
Casi todo el tiempo el equipo tiene la posesión pero lo
mejor de esto es que cuando no la tiene lucha de una manera tan solidaria para
recuperarla que enamora. Presión intensísima, todos a una y todos concienciados
que hay que presionar y que hay que recuperarla lo antes posibles. Mucha basculación a la banda donde aprovechan
para cerrar espacios, cerrar apoyos y presionar ahí. Van 2-3 hombres sobre el que tiene la pelota y
el resto incomoda mucho el siguiente pase y la siguiente recepción convirtiendo
el partido en un martirio para los contrarios.
La final no dió para más, el Bayern salió campeón como era esperado y evidente y este Mundial de
Clubes quedara en la memoria de todos no como el “Mundial de Bayern” sino todos
lo recordaremos como el “Mundial del Raja Casablanca”.
Ha sido un placer relatarles el Mundial de Clubes en todo lo
que he podido, espero haber servido de ayuda para sacar conclusiones de los
partidos tras verlos o para entenderlos sino los vieron.
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